La perdiz roja pertenece al género alectoris rufa y la familia de los phasianidae (fasiánidos). Es un ave sedentaria distribuida por Europa sudoccidental. Habita principalmente en las llanuras sin desdeñar el monte bajo, zonas boscosas o terrenos de cultivo. En las montañas, podemos encontrarla hasta a 1.000 metros de altitud. En cuanto a su alimentación, la perdiz roja es un ave granívoro e insectívoro (se alimenta de granos de cereal y de insectos). Además de ello, también comen brotes vegetales y frutos. Como datos referentes a la nidificación, destaca que construyen los nidos en el suelo al resguardo y bien camuflados entre la hierba. Una vez que ya tienen el nido acabado, la hembra podrá realizar la puesta en él. Ésta será de entre 10 y 15 huevos, que en raras ocasiones ponen entre dos hembras. La incubación dura unos 21-24 días. Una vez nacidos, los perdigones abandonarán el nido 1 o 2 días después de que hayan nacido todos. Sorprendentemente, nada más salir del nido, los pequeños pollos son capaces de correr y camuflarse en el paisaje. Cuando abandonan el nido, la madre y los polluelos detrás de ella, deambulan por su territorio en busca de alimento, el cual la madre indicará a sus crías como habilitado para comerlo. También la madre les matará algunos insectos para que ellas puedan comerlos. A la menor señal de peligro, la madre emite un sonido característico para que los pollos salgan corriendo cada uno en una dirección y se camuflen en la hierba. Una vez están camuflados, no se mueven en absoluto hasta que no desaparece el peligro. Para saber que vuelven a estar a salvo, la madre emite un ruido diferente al anterior, indicando que se reúnan con ella. Los polluelos contestarán con otro sonido para que la madre los pueda localizar. Otra característica muy curiosa es que cuando las crías se ven amenazadas, la madre anda y revolotea fingiendo estar herida para distraer así a su enemigo y darle así tiempo a las crías para que se camuflen. Al final del verano, se juntan en clanes familiares de 15 a 20 miembros, que permanecerán juntos hasta el mes de enero o febrero, cuando los machos se separan para conquistar un territorio y defenderlo, si es necesario, ante sus adversarios. Para ello, se coloca en un montículo o resalte del terreno y canta al amanecer y al atardecer. Las dimensiones de la perdiz roja son de unos 35 cm de longitud. Macho y hembra son muy similares, pero presentan una característica de dimorfismo sexual, ya que el macho tiene una especie de espolón en las patas, del que carece la hembra. En cuanto a la comunicación, ésta tiene lugar mediante una especie de cacareo. Otro aspecto destacado es que les gusta mucho bañarse en la arena por las tardes, para eliminar parásitos y limpiar sus plumas. Son aves corredoras que no vuelan a menos que se vean ante un inminente peligro o necesiten cruzar algún obstáculo. Duermen en campo abierto, camufladas entre el terreno, separadas unas de otras a una distancia de un metro. Hacen esto, ya que en campo abierto es mucho más difícil sorprenderlas. Las crías son muy frioleras y por la noche duermen al abrigo de la madre. Sus principales depredadores naturales son el zorro y el jabalí (este último se come sus huevos), aunque también hay otros animales como las serpientes y las rapaces que suelen cazar perdices para alimentarse. Otra amenaza para la especie es la caza abusiva por parte de los cazadores, lo cual hace menguar considerablemente el número de ejemplares. Por último, la longevidad de la perdiz está en torno a los 10 años (aunque es muy variable, ya que depende de numerosos factores como la alimentación, depredadores, etc.).
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